martes, 20 de septiembre de 2011

¿La burbuja verde?

Entre los pasados años 2006 y 2007 la inversión mundial en Energías Renovables pasó de 100.000 a 148.000 millones de dólares.

Los principales grupos energéticos y financieros mundiales se adueñan progresivamente del sector de las energías renovables. Estos actores, atraídos por un alto grado de rentabilidad, son tanto mejor recibidos cuanto las Energías Renovables exigen mucho capital. Pero esta concentración no sólo tiene ventajas:

- En primer lugar, supone la aplicación de la ley del más fuerte. Los fabricantes eólicos prefieren vender cien máquinas a un gran proveedor de electricidad que diez máquinas a diez clientes medianos. De ahí que exista un mayor retraso en la construcción y fuentes de desigualdades en algunas regiones de algunos países.

- En segundo lugar, las Energías Renovables representan únicamente una pequeña parte de la actividad de las multinacionales. Todo dependería de la demanda de electricidad verde en los diferentes lugares del mundo.

- En tercer lugar se podría meter claramente el hecho de la llegada de las multinacionales de la energía. No es extraño ver como en las mismas pueden coincidir las renovables como la energía nuclear.

- Y el cuarto problema de dichas Energías Renovables es que continúan siendo dependientes de la pura lógica financiera. Los proyectos no se eligen por sus ventajas ecológicas, sino en función de la tasa de rentabilidad esperada.


Esta tendencia se exacerba cuando las empresas cotizan en bolsa. Algunos analistas predicen el riesgo de "postburbuja verde": Wall Street, estimulada durante algunos años por el sector de las Energías Renovables, terminará un día por hundirse. Esto agrava las posibilidades entre los países que disponen de medios para desarrollar Energías Renovables en su territorio y los demás. Basta con que Estados Unidos continúe con sus incentivos fiscales a favor de los parques eólicos y que los grupos estatales chinos inviertan a su vez en esta energía para que todas las empresas se precipiten a actuar del mismo modo.

En cambio, nadie va a construir parques eólicos en África Central.


domingo, 18 de septiembre de 2011

Tenemos Facebook!

Aunque la pereza a veces haya influído en nosotros, finalmente ninguna Red Social se ha podido resistir a la expansión de esta iniciativa ecologista. Por ello, me complace anunciar que Somos Parte ya tiene desde esta misma mañana su propia página en Facebook.

La metodología de información y participación será similar a la cuenta y página que ya tenemos en Tuenti, o a nuestra también cuenta en Twitter. Todos pueden participar y siempre (SIEMPRE) se tendrá en cuenta y se responderá cualquier opinión.

Muchísimas gracias a todos, de verdad.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Privilegio para algunos

Según Wikipedia, se denomina Tren de Alta Velocidad (TAV) a aquel que alcanza velocidades superiores a 200 km/h sobre líneas existentes actualizadas, y 250 km/h sobre líneas específicamente diseñadas a tal efecto.

Su elevada velocidad le permite competir con el transporte aéreo para distancias medias, del orden de los cientos de kilómetros. En todos los casos se tratan de vehículos y vías férreas desarrolladas en forma unitaria, dado que las velocidades alcanzadas requieren de técnicas específicas.

No obstante, de lo que parece que se olvida Wikipedia en su artículo es de que también pueden obtenerse consecuencias contraproducentes según avanza su progreso.

Se sitúa al TAV como avance imprescindible para la potenciación del modelo económico y social del país. Pero lo que pocas veces se plantea es si todo esto, y los constantes avances tecnológicos, mejoran realmente nuestras vidas, nos posibilitan una existencia más digna y libre, y si nos ayudan en nuestro crecimiento personal y colectivo. Por el contrario, se puede opinar que el imperante desarrollismo nos aleja de nuestras necesidades vitales, creando seres cada vez más dependientes y despegados. Es el eterno debate entre la diferencia de clases.





Cada época ha tenido su ritmo, su tren. Cada cambio ha afectado al modo de vida de la población y no descubriremos nada al afirmar que el ferrocarril y el automóvil transformaron radicalmente la configuración del espacio y el tiempo sociales, modificando ampliamente la visión del mundo y la percepción de las cosas. Una visión bastante diferente dependiendo de los ojos que utilices y de lo que te pesen los bolsillos.

Quien haya hecho uso del mismo se habrá dado cuenta de que no es un medio abierto a todos, ni a sus salarios. Llegas antes, llegas más cómodo, pero te gastas el triple. Une ciudades grandes, dejando inutilizadas a las antiguas estaciones de tren que hacían que los pueblos tuvieran comunicación nacional. La gente emigra, abandona su entorno rural y ello provoca la expansión de las primeras.



Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, dijo que estábamos pasando de un mundo donde el grande se come al pequeño a un mundo donde los rápidos se comen a los lentos. Excelente definición de la línea de separación de clases. La nueva burguesía dista de ser la “clase ociosa” de antaño. Sus miembros son “los rápidos”, las minorías que van en TAV. Los asalariados cuya jornada laboral se ralentiza por culpa del transporte son los “lentos”, todos los que no recurrirán en su vida a la alta velocidad sino en contadas ocasiones. Para los primeros el TAV es un privilegio; para los segundos, una penalización disfrazada de derecho.






A mí solamente me llega para el autobús.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Malo, bonito y barato

El precio del crudo casi se había cuadriplicado durante los últimos cinco años, lo que representaba una sobrecarga considerable para la economía de numerosos países y relanzaba con fuerza el debate prioritario sobre las distintas opciones energéticas.

Como muy bien dijo un geólogo petrolero, la exploración del petróleo se parece cada vez más a una partida de caza en la que el cazador ha mejorado considerablemente las prestaciones de su fúsil, pero donde los animales cada vez son más escasos y más pequeños. El desafío es consecuencia de un aumento más rápido de lo previsto de las necesidades energéticas a la vez que de la ralentización en el ritmo de los nuevos descubrimientos. En la actualidad tenemos unos ejemplos muy claros de cómo este recurso energético ha provocado incluso conflictos bélicos, primeramente con la ocupación de Estados Unidos en Iraq, y más tarde con la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Libia (con petróleo) pero no en Siria (sin petróleo).


El primer dato de base del cambio radical de las perspectivas petroleras mundiales fue el crecimiento totalmente inesperado de las necesidades de consumo. Esta brusca progresión de la demanda ha requerido que la producción aumentase igual de rápido. Tanto es así que casi todos los países exportadores alcanzaron los límites de sus capacidades.

Para un futuro más o menos previsible, las estimaciones disponibles indican que la demanda petrolera mundial será de unos 105 millones de barriles diarios, pero parece cada vez más incierto que la oferta pueda superar el pico de los 95 ó 100 millones de barriles diarios.

Al contrario que en las "crisis" precedentes, los grandes cambios a los que se ha visto sometida la industria petrolera, desde la invasión de Iraq en el pasado año 2003, ya no se limitan a las fluctuaciones de los precios o a los problemas de suministro. La cuestión fundamental que se plantea desde ahora consiste en saber hasta cuándo la oferta petrolera cubrirá unas necesidades que aumentan constantemente.