Durante el ya pasado verano del 2012 todos/as hemos podido seguir a través de los medios de comunicación la cantidad (y la gravedad) de los incendios que se han producido a lo largo y ancho del territorio español. Más de 165.000 hectáreas han sido arrasadas por un fuego que a veces ni siquiera ha respetado los nucleos urbanos, obligando a desalojar sus viviendas a miles de personas.
Las consecuencias de los incendios forestales han superado la categoría de 'muy graves' hasta situarse en la de 'catastróficas'. Las zonas quemadas tardarán muchísimo tiempo en recuperarse, y eso teniendo en cuenta que en los años venideros no existieran más incendios (cosa que no ocurrirá, por supuesto).
Buscando una información detallada sobre los mismos encontré un enlace a través de 20minutos.es que me servirá para analizar lo ocurrido en estos últimos meses. A continuación lo adjunto, y ya a partir de ahí hablaremos:
Como puede observarse claramente en el calendario, en lo que llevamos de año las diferentes comunidades autónomas han sufrido un total de 30 grandes incendios forestales. En el mes de agosto se declararon un total de ocho, aunque tampoco hay que perder de vista a julio y a marzo, con seis cada uno (sobre todo en este último puede parecer extraño debido a las aún no excesivas temperaturas).
En cuanto a las provincias no existe discusión posible. En Valencia se han quemado más de 65.000 hectáreas hasta hoy, es decir, casi el 50% de la superficie tomada por las llamas en lo que llevamos de año. Pero tampoco hay que olvidar lo castigada que ha sido Cataluña al respecto, con Gerona como mención especial. En León también han tenido lo suyo. Y el incendio declarado en Robledo de Chavela (Madrid) consiguió coronarse en pocas horas como el más grave de los últimos quince años en la comunidad.
Mención especial merecen los dos bomberos que murieron en su lucha contra el fuego en Alicante. Sin duda esta fue una noticia dramática. A ella hay que sumarle los diferentes animales también muertos y las miles de personas desalojadas. En la isla canaria de La Gomera, por ejemplo, la gente tuvo que ser evacuada por el océano.
¿Y las causas? Los expertos han declarado que, en su mayoría, se tratan de incendios provocados. Eso nos lleva a pensar qué oscura razón le puede llevar a una o varias personas a prender fuego con la finalidad de general tal catástrofe natural y, por tanto, también social. ¿Quizá se trata de una nula educación ecológica? Yo, sinceramente, pienso que sí.
En la entrevista que me concedió hace unos meses la Revista Guardabosques, Luis Cavero (quien la respondió) afirmó lo siguiente: aunque la gente piense lo contrario, cada año que pasa tenemos más y mejores bosques en nuestro país. No sé, Luis, si opinarás lo mismo después de este verano.
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