sábado, 22 de marzo de 2014

El ecologismo y lo que engloba

Más de una vez he recibido alguna que otra crítica debido a que, según ciertos/as lectores/as, mis artículos relacionados con la Política, la Sociedad y/o la Economía no tenían mucho que ver con el ecologismo. Este es un artículo (aunque podrían escribirse libros al respecto) para intentar explicar que se equivocan, pues ser ecologista no significa únicamente estar dispuesto/a a proteger el Medio Ambiente, sino que además lleva implícita una base moral entre quienes puedan llegar a considerárselo.

Podríamos empezar diferenciando entre lo que es el ecologismo moderno (el corporativista que defienden todas las ONG) y el ecologismo puro (el primero que existió, al que también se le puede llamar ecocentrismo). La principal diferencia entre ellos se sitúa en el lugar donde a su vez situamos a los/as individuos/as que 'luchan' por defender a la Naturaleza. Seguro que lo habréis adivinado: en la concepción actual se busca una protección medioambiental con el fin último del bienestar natural (y social) del Hombre, mientras que en sus inicios se le incluía en el ecosistema que le rodeaba sin que pudiera obtener beneficio alguno por el hecho de ser el único animal racional.

Los problemas surgieron a partir de que la concepción ecologista moderna atrajo en cierta medida a los organismos gubernamentales, algo que comenzó con el Presidente de los Estados Unidos (EEUU) Theodore Roosevelt y su plan de 'conservación ambiental'. Con este hecho se asocia inevitablemente a la Ecología con la Política, y a su vez también con la Economía. Recomiendo el siguiente texto:

Ecología y Economía en tiempos de globalización.

Y, amigos/as, una verdad universal es que desde mediados del ya pasado siglo XX la Economía ha sido el mayor motivo variable que ha tenido como consecuencia las principales injusticias sociales, mayoritariamente, en los países con menos recursos de este tipo (pues los naturales sí los tienen, solo que no pueden aprovecharlos). Las hambrunas que dicha escasez provoca también suponen una gran preocupación para los/as ecologistas, y es que el 80% de los recursos de los que dispone el planeta son destinados únicamente al 20% de la población mundial.

Pero démosle aún una vuelta más a la relación entre la Economía y la Ecología. Cada vez un mayor número de empresas se anexionan a acuerdos para la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera. El motivo por el que lo hacen no es solamente de conciencia (lo cual espero que ocupe una parte), sino de ahorro de costes y, sobre todo, de buena imagen comercial ante clientes potenciales. Un arma de doble filo, pues este panorama invita a pensar que si en momento alguno las políticas medioambientales no aportan beneficios serán inmediatamente eliminadas.


El ecologismo ha pasado a formar parte de todas las ideologías defensoras de la libertad, según cómo entendiera este término cada una de ellas. Algunos ejemplos pueden ser el ecosocialismo, el ecofeminismo e incluso el anarcoecologismo. Como ejemplo de la relación entre Política y Ecología en España nos encontramos con la creciente participación de partidos políticos ecologistas en nuestras elecciones 'democráticas'. EQUO es el máximo exponente de este tipo de partidos políticos. Pero no solo deberíamos de centrarnos en la marca, sino también en las medidas: el primer movimiento social que criticó el funcionamiento y las consecuencias de la energía nuclear, por ejemplo, fue el ecologismo, un debate que actualmente podemos encontrar en cualquier parlamento.

El ecologismo asume un papel complicado, ya que resulta sencillo de corromper, y no tan sencillo descubrir a quienes lo corrompen. Los medios de comunicación tampoco ayudan siendo amigos de ensalzar cualquier mínima acción en 'pro' del Medio Ambiente por parte de las más altas clases sociales. No se centran en el/la individuo/a, en el día a día ni, en definitiva, en el verdadero ecologismo.


Hablar de Política también es hablar de Ecología mirando hacia un posible futuro apocalíptico si no se habla a tiempo. Hablar de Economía sin duda es hablar de Política, y por supuesto también lo es hablar de Sociedad, por la cuenta que nos trae. Que no se unifiquen términos, pero que sí se relacionen.

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