lunes, 7 de diciembre de 2015

Naturaleza y Filosofía

A lo largo de nuestra historia, la Naturaleza ha sido objeto de debate en todos los aspectos sociales, pero el filosófico fue bastante temprano. Los propios filósofos presocráticos se hicieron la conocida pregunta: ¿qué es la Physis?


Por norma general, con el término naturaleza nos referimos al conjunto de la realidad física que nos rodea, distinguiéndola así de las producciones humanas, como son la cultura y la historia. En filosofía, siguiendo a la escuela de Mileto, se ha entendido por naturaleza el principio u origen de todo lo que está alrededor nuestro. Algo que se encuentra sometido a un continuo cambio (a la generación y a la corrupción).

Se llegó a defender que el principio de todo era el agua (Tales), el aire (Anaxímenes), e incluso un concepto tan complejo como es el 'ápeiron' (Anaximandro). Un entramado de discusiones a las que, más que la razón, podríamos otorgar el rasgo del afán de protagonismo. Todo ello hasta que llegó un ser todopoderoso que podía crear o destruir a su antojo: Dios. Primero con su concepción (Jenófanes), y después con su profecía (Pitágoras).


No obstante, si podemos nombrar a un filósofo que se haya detenido en intentar explicar qué es verdaderamente la Naturaleza, ese es Aristóteles. A continuación os muestro un texto de su obra 'Física', para posteriormente comentarlo:

"Entre los seres, los hay que existen por naturaleza y los hay que existen por otras causas. Por naturaleza existen los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua. Decimos de estos seres y de otros de la misma clase que son por naturaleza. Ahora bien, todos estos de los que venimos hablando difieren claramente de los que no están constituidos por ella. En efecto, todos los seres naturales poseen en sí mismos un principio de movimiento y de reposo; bien respecto del movimiento local, bien respecto del crecimiento y mengua, bien, en fin, respecto de la alteración. Por el contrario, una cama, un vestido y cualquier otro objeto semejante no tiene tendencia natural alguna al cambio en tanto en cuanto pertenecen a esa clase de seres; es decir, en tanto en cuanto son seres artificiales, si bien la poseen en cuanto resultan ser de piedra, de madera o de una mezcla de tales sustancias. Y es que la naturaleza es principio y causa del movimiento y del reposo para aquellos seres en que reside inmediatamente, esencialmente y no de un modo accidental".

Aristóteles comienza ofreciendo una caracterización de los seres naturales, para después proponer una definición en sí de la Naturaleza. La misma, ofrecida en la segunda parte, deriva de la caracterización establecida anteriormente a ellos.

Al contrario de los seres artificiales, los naturales se definen entre sí. En primer lugar, poseen un principio de reposo y de movimiento; de ahí que, en segundo término, establezca que las sustancias naturales poseen una tendencia a realizar determinadas actividades y comportamientos. Los seres artificiales carecen de este principio intrínseco y de esta tendencia.

Pasa a definir la naturaleza precisamente como ese principio intrínseco que determina la tendencia a realizar ciertas actividades o movimientos. Por tanto, la naturaleza de una sustancia natural establece sus pautas de comportamiento.


Con la aparición de los sofistas y su clara relación con la política, la filosofía se desentiende en cierto modo de los debates naturales, pasando a crear la democracia en Grecia. Más tarde, también llegará el culto a Dios (ya le he nombrado antes) a través de la Iglesia, y la censura que provocaba sobre cualquier pensamiento que conllevara la negación del Génesis (quiero dejar claro que existieron excepciones, como las conocidas de Tomás de Aquino, de Avicena y de Averroes; que trataron de estrechar lazos entre ciencia y fe).

Posteriormente, Newton conecta de nuevo a la filosofía con el Medio Ambiente; y en el propio siglo XX, Feyerabend, con su obra póstuma 'Filosofía natural', consigue poner patas arriba la relación Hombre-Naturaleza desde la Prehistoria.

"Saber no significa penetrar en el fenómeno para hallar una 'esencia', sino estar en el lugar adecuado en relación con el objeto y sumar conocimientos. Esto es lo que más tarde los filósofos criticarán diciendo que 'el conocimiento de muchas cosas aún no enseña a tener entendimiento y juicio'".


Como conclusión, añadir que la Naturaleza ha sido entendida de diferentes formas: como esencia, como mero mecanismo, como espíritu o como historia, entre otros. Sin embargo, en la actualidad la reflexión filosófica sobre tales concepciones se ha visto desplazada por los conocimientos científicos que, en sus distintas ramas, asumen el estudio de la realidad (física o humana) desde posiciones nada abstractas.

Hay quien lo considera un avance, mientras otros/as una lástima. Yo no me decantaré, pero sí recalcaré la omnipresencia de la Madre Tierra, no solo siendo modificada por nuestras reflexiones, sino sobre todo por nuestros actos.

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