Ya ha pasado más de un mes desde las elecciones generales del día 20 de diciembre. Las mismas supusieron el fin del bipartidismo en la política española, y, por tanto, también el fin de las 'antidemocráticas' mayorías absolutas.
Nuevos partidos han accedido al Congreso de los Diputados, y yo tengo el placer de entrevistar a Rosa Martínez: diputada de EQUO (Podemos) por Bizkaia. Todo un privilegio que espero que vosotros/as también disfrutéis.
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Es la primera vez que
entrevisto a una diputada del Congreso, después de hacerlo con Gaspar
Llamazares cuando era diputado por Izquierda Unida (IU). Por tanto, Rosa,
he de decirte que tengo muchas ganas de comenzarla. Allá vamos:
Somos Parte
No es tan habitual que una politóloga termine siendo política.
Actualmente los escaños están ocupados sobre todo por juristas y por
economistas. ¿Por qué crees que ocurre?
Rosa Martínez
En realidad, hasta ahora la mayor parte de las personas que entran en política son
funcionarios de carrera, y juristas y economistas predominan entre los técnicos
superiores. Hay muchas razones que pueden explicar por qué la administración es
la cantera de las élites políticas. Una de ellas es que la aventura política no
supone un riesgo en su carrera profesional, pues siempre pueden volver a su
puesto de trabajo, algo que en la empresa privada no ocurre. Sin
embargo, creo que mucha gente de la que hemos entrado en el parlamento en esta
legislatura rompemos con esa tendencia de que la política solo se puede hacer
desde un cierto bagaje profesional y educativo.
Somos Parte
Según explicas en tu presentación en tu página
web, fuiste uno de los cerebros que se nos marcharon al extranjero. Escribes
textualmente que te “asfixiaba la Facultad”. ¿Te sentías identificada con
todos/as los/as jóvenes que también se han tenido que ir debido a que veían que
su amplia formación no les proporcionaba trabajo alguno?
Rosa Martínez
La situación
era diferente. Yo me fui a finales de los años 90, y no me vi obligada por falta de
oportunidades. Sentía que había algo más que aprender y que vivir fuera de la línea 'facultad-master-trabajo', que era más o menos la lógica de las personas que nos
licenciábamos en aquellos años. Encontrar trabajo no era automático, pero
acababas encontrando algo. Me fui para un año y me quedé más de cuatro; porque
sí, había más oportunidades y mejores condiciones de trabajo. Algo que era muy
evidente en el campo de la ingeniería, donde los puestos que se ofrecían eran
más punteros y con unas condiciones impensables en España para alguien recién
salido de la facultad
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El caso es que regresaste, y, en el pasado año 2011, comenzaste
con tu militancia en EQUO. ¿Qué fue lo que te llamó de este partido para ser el
primero al que pertenecieras?
Rosa Martínez
EQUO me
atrajo por dos razones: una, la horizontalidad y la democracia interna de una organización
nueva, en la que habría igualdad de oportunidades y posibilidad de ser
escuchada (algo impensable en los partidos existentes hasta entonces). Y dos,
el discurso, por supuesto. Al leer el manifiesto, sentí que por fin alguien
ponía en el mismo nivel y de una manera interrelacionda la democracia, los
derechos y la sostenibilidad. Me cuadraba con lo que yo sentía que tenían que
ser la política. Luego supe que esa manera de ver las cosas se llamaba
ecología política, y era la que los verdes llevaban años defendiendo.
Somos Parte
Además de politóloga, te consideras ecologista. De hecho, serás
la primera mujer de un partido declarado como ecologista en la historia del
parlamento español. Una mezcla entre alegría por conseguirlo y de pena porque
en el año 2016 esto aún no haya ocurrido, ¿no crees? ¿Cuál piensas que es el
papel del ecologismo en España en comparación con otros países de Europa?
Rosa Martínez
Ser
ecologista no es un 'además', sino algo que vertebra tu visión del mundo, de la
sociedad y de la política. El papel del ecologismo en España debe ser el mismo
que en cualquier país del mundo: ayudar a construir un nuevo modelo productivo
y de consumo, que asegure los derechos de las personas respetando los límites
del planeta. Y en España, concretamente, eso pasa prioritaria y urgentemente por
la transformación del modelo energético. Los grandes retos planetarios:
pobreza, cambio climático, migraciones, paz y seguridad, están directamente
relacionados con la ecología.
Somos Parte
¿Cómo será la Rosa Martínez que podremos ver en la Cámara Baja?
Rosa Martínez
Pues no será
muy distinta a la que soy en actos o en reuniones políticas, o en mi vida personal.
La política tiene que salir de los encorsetamientos protocolarios, de las
líneas de liderazgo marcadas por asesores políticos, y moverse en la naturalidad. La cercanía, las sonrisas, el lenguaje y el
tono amables no restan ni un ápice de firmeza ni de eficacia. Es más, creo que un
discurso y unas formas amables son más difíciles de rebatir porque no estamos
acostumbrados a confrontar desde la amabilidad, y el ejemplo perfecto es
Manuela Carmena. "Aspiro a ser tierna
y subversiva", como decía Petra Kelly.
Somos Parte
Por fin se hablará de ecologismo en el Congreso de los
Diputados. Quizá el debate más censurado y a la vez el más importante de todos.
¿Qué es lo que ha ocurrido en la política española para que hayamos llegado a
esta opacidad?
Rosa Martínez
El debate
ecologista no solo es silenciado y obviado en España, sino en mayor o menor
medida en todos los países desarrollados, cuyas economías y los beneficios de
sus empresas dependen de la explotación de los recursos naturales sin ningún tipo
de control o de criterio de sostenibilidad. Eso se ve claramente en EEUU: los 'lobbys' petroleros y neoliberales han luchado durante años por silenciar y
desprestigiar los movimientos contra el cambio climático. Si no interesa el
debate ecologista es porque pone en entredicho el corazón mismo del sistema
capitalista, que al final, no lo olvidemos, es el que genera las grandes
desigualdades del mundo. Y la política, una vez más, se ve sometida y controlada
por los grandes poderes económicos a los que un sistema económico con criterios
ecológicos les haría perder su preeminencia sobre los derechos de las personas.
Somos Parte
Tres son los diputados que EQUO consiguió en las elecciones del
pasado día 20/12/2015. Claramente ha sido beneficiado por su unión a la
candidatura de Podemos, pues en las elecciones
del año 2011 obtuvo más de 215.000 votos (el mío fue uno de ellos) y se
quedó sin un escaño. La pésima Ley Electoral se cebó con vosotros/as entonces,
al igual que esta vez lo ha vuelto a hacer con Izquierda Unida (IU). ¿Qué crees
que se debe de cambiar al respecto?
Rosa Martínez
La reforma
de la ley electoral es una de las prioridades para hacer nuestro sistema
político más democrático. Los desequilibrios poblacionales hacen que la
circunscripción de la provincia no sea válida para representar la diversidad de
la sociedad española en el parlamento, ni que todos los votos valgan lo mismo.
Un sistema electoral nacido para asegurar mayorías y dar estabilidad en los
inicios de la etapa democrática ya no tiene sentido en una sociedad dinámica,
compleja y políticamente mayor de edad.
Somos Parte
A otra cosa. Durante el mes de diciembre te leí escribir en Twitter acerca de la Cumbre del Clima
de París. Parece que la misma terminó con un mensaje de esperanza, pero no
sería la primera vez que se convierte en papel mojado. Tenemos el ejemplo del Protocolo
de Kioto. ¿Crees que debemos de ser optimistas o que no nos debemos de fiar
ni un pelo?
Rosa Martínez
El acuerdo
de la COP21 es mucho más de lo que se esperaba, pero mucho menos de lo necesario. El que sea un acuerdo alcanzado por más de 190 países, que reconozca
la necesidad de actuar para mantener la subida de la temperatura por debajo de
los 2ºC es un gran logro. Pero es un fracaso la falta de objetivos concretos y
vinculantes para los países, y sobre todo que se fíe la reducción de emisiones a
la tecnología y no a dejar de utilizar los combustibles fósiles. La Cumbre del
Clima abre la puerta a la acción política y a la presión ciudadana, pero deja a
la voluntad de los gobiernos el cumplimiento y los plazos de actuación. Es
nuestra responsabilidad, la de los cargos institucionales del cambio en todos
los niveles, como de la sociedad civil presionar para que la acción climática
sea una prioridad e impregne todas las políticas: la energética, la económica,
la industrial, la de movilidad e infraestructuras, etc.
Somos Parte
La COP21 comenzó eclipsada por los atentados de París. Hablar de
ellos es también hablar de Medio Ambiente. Hace tres años escribí un artículo
llamado Guerra
también ambiental, en el que explicaba la evidente relación entre los
conflictos bélicos y el cambio climático. ¿Piensas que la guerra que Francia ha
declarado contra el ISIS y los continuos bombardeos en Oriente Medio son
compatibles con el acuerdo firmado entre brindis y aplausos?
Rosa Martínez
Desde verano, las personas refugiadas que huían de Siria, y la paz y la seguridad en Oriente
Medio han estado en el centro del debate político y mediático. Pero lo han
hecho desde una perspectiva de 'problema' para Europa, y no como consecuencia
de una serie de factores interrelacionados. Durante estos meses he
reflexionado sobre el origen
climático de la guerra de Siria, la figura de los
refugiados climáticos, o como un cambio en el modelo energético puede ayudar
a reconfigurar los equilibrios
geopolíticos en Oriente Medio. Y la conclusión, tal y como decía más
arriba, es que una política decidida contra el cambio climático tendría un
impacto muy positivo en las causas que están generando los grandes problemas de
la humanidad: pobreza, movimientos migratorios forzados o conflictos bélicos, íntimamente relacionados con el calentamiento global y el sistema económico y
energético que lo produce.
Somos Parte
Escribiste un artículo
en 20 minutos donde argumentabas que
la crisis climática conllevaba también una crisis de género. Afectaba más a la
mujer que al hombre debido a su mayor pobreza. ¿Cuál debe de ser el papel de la
mujer (si es que existe alguna diferencia con el del hombre) para luchar contra
el calentamiento global, Rosa?
Rosa Martínez
En primer
lugar, debemos de tener claro el enfoque desde los derechos en la lucha contra el
cambio climático y la perspectiva de género. Esto del cambio climático no es
solo una cuestión medioambiental, sino también de justicia social. El segundo punto,
que ha sido también uno de los puntos calientes de la negociación, son los
fondos necesarios para la mitigación y la adaptación al cambio climático.
Necesitamos recursos, sí, pero un reparto ajustado a las necesidades: solo el 30%
de los fondos disponibles van a los países que más lo sufren (los empobrecidos), y donde más sufren las mujeres. Y, por último, las mujeres tienen que estar
representadas en los órganos y procesos de decisión de la acción climática,
donde su presencia es muy minoritaria.
Somos Parte
Muchos/as hablan de que la tendencia no cambiará hasta que no
cambie la sociedad
de consumo. Pretender un crecimiento infinito en un planeta con recursos
finitos, ¿no es una locura?
Rosa Martínez
Kenneth Boulding, un
economista ecológico, dijo que quien pensara eso o era un loco o un economista.
La realidad es que, a día de hoy, nuestro modo de vida consume recursos naturales
a mayor velocidad de lo que nuestro planeta es capaz de regenerarlos. Es como
si estuviésemos sacando dinero de nuestra cuenta de ahorro, sin hacer ningún
ingreso: nuestros recursos se acabarán. Esta explotación de recursos naturales, con el único criterio del beneficio económico, no solo afecta a la vida que
tendrán nuestros hijos e hijas, sino que también es causa de la desigualdad y
pobreza en la que vive la mayor parte del planeta, y que desde hace unos años
está instalándose de manera estructural en nuestras sociedades.
Somos Parte
Algunos/as de tus ‘colegas’ apuestan por el desarrollo del
empleo verde. ¿No es también una manera de continuar con un problema que debe
de ser cortado de raíz? Yo, personalmente, considero que para llevar a cabo
acciones responsables con el Medio Ambiente no ha de recibirse retribución
alguna, sino que debe de ser nuestra responsabilidad. Más que nada porque, en
el momento en el que falte dicha retribución, esas acciones se dejarán de
realizar.
Rosa Martínez
Son dos
cosas distintas. Por un lado, la creación de empleos verdes que nos permitan
reducir nuestro consumo de energía y apostar por sectores sostenibles que creen
riqueza social y ecológica además de económica, es una pata fundamental del
cambio de modelo productivo, que además permitiría solucionar el problema del
paro. Por otro está, como llevar a cabo una acción política responsable con el
medio ambiente que asegure el uso justo, democrático y sostenible de los
recursos. Aquí hay un cambio cultural por hacer en el que la sociedad
(personas, empresas, instituciones, organizaciones, etc.) tienen que entender
que el respeto al medio ambiente es el único camino para que se respeten los
derechos de las personas, y que las ganancias sociales son a medio plazo
mayores. Este cambio tiene que incentivarse, pero sobre todo tiene que apoyarse
y dirigirse con legislación y con voluntad política de que se cumpla.
Somos Parte
Por último, y como suelo hacer en mis entrevistas, me gusta
dejar un espacio a la persona entrevistada para que envíe un mensaje a todos/as
aquellos/as que nos van a leer. Lo que quieras, pues. Todo tuyo.
Rosa Martínez
Creo que la
llegada al Congreso de EQUO, de un partido ecologista o de personas que
defendemos hacer política desde la ecología no puede desligarse del momento
político en el que nos encontramos, y del deseo de cambio de una parte
importante de la sociedad española. El mensaje de cambio de Podemos se basa
sobre todo en los ejes de democracia y la justicia social: la democratización
de nuestro sistema político es un instrumento, los derechos el objetivo último;
pero la tercera pata es el cambio de modelo productivo y de consumo. A día de
hoy, la economía rige todos y cada uno de los aspectos de nuestra sociedad,
cambiar el mundo pasa por cambiar el sistema económico. Luchar contra la
desigualdad pasa por eliminar la causa última que la genera: un sistema
explotador de recursos y personas, que ha conseguido poner a nuestras
democracias a su servicio. Y en este sentido, los verdes tenemos mucho que aportar
al momento de cambio que estamos viviendo.
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Desde esta humilde iniciativa deseo a Rosa la mayor de las suertes en esta nueva etapa que ha emprendido. Ilusión y alegría. ¡Podéis!