domingo, 21 de febrero de 2016

Billete a la corrupción

Según el Banco Central Europeo (BCE), el 56% de los/as ciudadanos de Europa nunca han tocado un billete de 500€. Si los empresarios tampoco lo consideran interesante para las transacciones económicas, y cada vez se imponen más los medios de pago electrónico entre los consumidores, ¿qué sentido puede tener que más del 30% del valor de los euros en circulación tengan la forma de dichos billetes? Esta pregunta permanece sin respuesta desde el mismo momento de su creación, hace ya más de catorce años. Las advertencias al respecto de organismos en contra del fraude, así como de cuerpos policiales, han sido menospreciadas.


Se da por supuesto que el BCE aceptó una petición de países como Alemania, Holanda y Austria, donde reclamaban un billete de alto valor debido a que "era parte de su cultura monetaria". Nació así el billete de 500€, solo superado en el mundo por el de 1.000 francos suizos (909€) y el de 10.000$ de Singapur (66.357€).

Ya en los albores de su nacimiento, algunas voces pronosticaron que se convertiría en una sabrosa divisa para los/as delincuentes, y no hubo que dejar transcurrir demasiado tiempo para detectar su uso extensivo entre los narcotraficantes colombianos. Había alguna razón de peso: un millón de euros en billetes de 500€ pesan en torno a 2'2 kilogramos, ocupando un volumen aproximado de tres litros y pudiendo caber, por ejemplo, en un bolso mediano.

Fueron tantas las operaciones en aduanas y en aeropuertos, que a nadie le sorprendió que, en el año 2010, el Banco de Inglaterra recomendara a las entidades no distribuirlos; ya que, según informes policiales, el 90% de estos billetes en el Reino Unido estaban en manos de organizaciones criminales. El último informe de Europol llega a una conclusión parecida: no todo su uso es delictivo, claro, pero está acreditado que todas las organizaciones delictivas lo tienen como su divisa favorita.


Las unidades policiales fueron sumando experiencias:

En el pasado año 2006, tras el descubrimiento de una enorme estafa financiera en España con cientos de miles de afectados (Fórum Filatético y Afinsa), la policía entró en el chalé de uno de los imputados y, además de hallar una discoteca privada y algunas obras de arte, descubrió tras un falso tabique una bolsa con doce millones de euros en billetes de 500. Aquello fue un récord, pero no el único.

En Portugal, la detención de un general del ejército angoleño que había creado una fundación en Lisboa con intenciones poco claras, permitió encontrar en uno de sus apartamentos un paquete con ocho millones de euros, naturalmente también en billetes de 500.

Unas tras otras se sucedían operaciones con resultados parecidos; hasta la más reciente Operación Emperador, también en España, y dirigida por el chino Gao Ping, donde se blanquearon entre 800 y 1.200 millones de euros en cuatro años. La fase del lavado era muy sencilla: los chinos sacaban el dinero de España en sus viajes hacia China para visitar a la familia.


Por continuar con el caso español, los datos evidencian cómo a los años dorados del ladrillo (el 26'68% de los billetes de 500€ en circulación en Europa en enero del año 2007) siguió una evidente caída. Pero ahora se observa otro dato singular: el 79'36% del valor de los billetes en circulación en España corresponden a los de 500€ y 200€, un incremento sin igual en otros países de la eurozona. La cuestión es que, por efecto de la crisis, además de atractivo para los/as delincuentes, el billete de 500€ se está convirtiendo en un valor refugio para la economía sumergida (guardar el dinero en casa aparece como una opción cada vez más utilizada).

Como consecuencia de todo esto, y sumando la creencia de que dichos billetes han podido llegar a financiar al terrorismo yihadista, la Unión Europea (UE) tiene la firme intención de retirar su circulación. Personalmente espero que así se haga, aunque todos/as sabemos que del dicho al hecho hay un trecho.

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